Consultoría
El Problema
Muchas compañías no son conscientes de que ya cuentan con una fuerte cultura corporativa y que, en muchos casos, esta cultura sabotea sistemáticamente sus objetivos de negocio.
La falta de cooperación, los conflictos, así como procesos que generan muchos defectos pero que nadie revisa ni modifica, son algunos de los síntomas que solemos encontrar.
En muchos casos, se han definido una serie de valores y principios ideales, que están a la vista de todos, en la web, en los documentos corporativos, pero se ha empleado poco esfuerzo en llevarlos a la práctica.
Mi propuesta
Estoy convencida de que en contextos amigables sacamos lo mejor de nosotros mismos y somos más productivos. Cuando podemos participar en la toma de decisiones nos implicamos más con los resultados y, cuando advertimos la voluntad sincera de mejorar, nos comprometemos con el cambio.
La cultura de la mejora continua se basa en un esfuerzo constante por parte de todos de mejorar aquello que es mejorable. Aunque puedas creer que tus equipos están poco implicados, si entre todos construimos las condiciones favorables, conseguiremos traducir a la práctica los valores que apoyarán a tu empresa a conseguir los objetivos de negocio.
Cómo lo hago
No hay dos compañías iguales, por eso, el primer paso siempre será la recolección de datos, para obtener un diagnóstico ajustado de por dónde empezar a trabajar.
Mis afinidades metodológicas están en los enfoques Lean y Agile, además de las metodologías participativas aplicadas a entornos corporativos. Por eso, los primeros pasos en la fase de consultoría suelen ir a incidir sobre aquellos procesos que son más sencillos de mejorar y pueden liberar tiempo, para que el equipo pueda enfocarse en la mejora sistemática de otras prácticas cotidianas.
Ayudando a los equipos a aplicar el pensamiento sistémico vamos a adquirir una visión más profunda sobre los problemas y sus posibles soluciones.
Resulta fundamental trabajar también las relaciones entre las personas, mejorar las habilidades de comunicación y de gestión de conflictos, capacitar a aquellos que tienen responsabilidades en la gestión del talento dentro de la compañía para que sepan facilitar el desarrollo de las capacidades de sus equipos.
El cambio siempre viene desde dentro, yo sólo soy quien facilita este proceso. Por eso, me gusta trabajar en ciclos cortos, con indicadores de avance bien definidos, para que podamos evaluar el retorno de la inversión y, si resulta necesario, plantear nuevos objetivos en el siguiente periodo.
No hago consultoría industrial, no me baso en informes sobre lo que las personas deberían hacer, sino que les acompaño en el día a día, ayudándoles a ganar perspectiva y analizar desde un punto de vista diferente los problemas a los que se enfrentan de manera cotidana.
Si quieres que hablemos sobre tu compañía ponte en contacto conmigo.